Durante las dos sesiones
correspondientes a este tema, realizamos un total de cuatro actividades que
requirieron el uso de la tecnología y la red. Dos de ellas consistieron en un
cuestionario elaborado a través de la plataforma Kahoot!, con la diferencia de
que la primera fue individual y la segunda se llevó a cabo en grupos de entre
tres y cuatro personas. Las dos siguientes utilizaron un enfoque colaborativo
de la enseñanza y fuimos los propios discentes los que nos transmitimos la
materia los unos a los otros. Para lograr esto, la primera propuesta consistió
en un documento colaborativo a través de Documentos
de Google y la segunda fue una presentación conjunta de Google
Slides.
Para las dos actividades de Kahoot! se requirió el uso de nuestros
dispositivos móviles, tablets u ordenadores. El docente nos facilitó el PIN de
acceso a los cuestionarios y cada uno de nosotros eligió un nickname individual o grupal antes de
comenzar. El objetivo de la primera actividad fue familiarizarnos con los distintos
niveles de concreción curricular de la ESO y Bachiller y mostrarnos las
distintas Instituciones que intervienen en el proceso. El segundo trataba sobre
la EOI, la planificación, organización y gestión de sus niveles y pruebas de
certificación. En ambos casos, se trataba de pruebas para la evaluación de
conocimientos previos, sin embargo la segunda actividad se vio precedida por
una breve introducción sobre el funcionamiento de las EOIs, y quizá fue esto lo
que influyó en que obtuviese mejores resultados en esta. Si quisiésemos afianzar
los conocimientos, sí que podríamos hacer un cuestionario tan largo como el de
clase (entre 20 y 25 preguntas). En este caso, sin embargo, se pretendía
evaluar los conocimientos previos, por eso creo que hubiese sido más efectivo utilizar
un cuestionario más corto y completar cada respuesta con una explicación aclaratoria
después de completar el juego porque,
durante el cuestionario, la energía del momento puede hacer que el alumnado se
distraiga y no atienda a la explicación.
La organización de las
actividades de aprendizaje colaborativo también fueron una grupal y la otra
individual. En la primera, cada grupo se ocupó de hacer una búsqueda concretada
por el docente en la LOMCE y en la segunda cada individuo se centró en un punto
importante dentro de los documentos que gestionan la EOI. Ambas actividades
acabaron con una presentación ante nuestros compañeros que pretendía que la
materia llegase a nosotros desde nuestros iguales. El docente actuó de guía
durante la elaboración de las actividades, para asegurarse de que cada uno de
nosotros nos dirigíamos hacia el fin deseado. Durante las presentaciones
por grupos, se nos pidió realizar una coevaluación del grupo que presentó
antes que el nuestro y esto resultó positivo en tanto que las valoraciones que
recibimos fueron muy positivas. Mi única pega a este tipo de ejercicios (especialmente
si queremos aplicarlos con adolescentes), es que las presentaciones representan
una fuente de ansiedad y, como tal, esto puede hacer que los alumnos estén más
preocupados y nerviosos por su propia presentación que de atender a sus
compañeros.
En conclusión, creo que estas
actividades fueron un éxito en el aula en tanto que las realizamos sin ningún
contratiempo y considero que adquirimos cierto porcentaje de la información que
revisamos y nos transmitieron nuestros compañeros. Sin embargo, creo que, en
especial las actividades de trabajo colaborativo requieren de
un clima amistoso dentro del aula, así que no en todos los grupos
funcionarán.
1 comentario:
¡Hola Noemí, compañeras y compañeros!
Me ha gustado mucho tu post y has explicado con todo lujo de detalle las actividades que hemos realizado durante estas sesiones.
Coincido contigo en que las actividades de Kahoot! nos ayudaron a reforzar los conocimientos sobre la materia y, como bien indicas, el cuestionario sobre las EOIs resultó más efectivo al estar continuadas la explicación teórica y la realización del Kahoot!
Además, también estoy de acuerdo contigo cuando mencionas que las presentaciones orales (individuales o en grupo) nos provocan nerviosismo y, por lo tanto, no prestamos demasiada atención a lo que nuestros/as compañeros/as nos pretenden explicar. Sin embargo, sigo considerando que la realización de esas breves presentaciones son una práctica útil para nuestro futuro como docentes. Así, ponernos en esas situaciones "límite" - sin casi tiempo de preparación de lo que debemos explicar - puede llegar a ser un ejercicio necesario para perder el miedo a hablar en público y a improvisar explicaciones. Quizás no procesamos al 100% la información de la materia dada por los/as compañeros/as, pero ganamos experiencia práctica sobre las exposiciones orales.
Traslado una pregunta al resto del grupo: ¿qué opináis al respecto? ¿Consideráis necesaria la práctica oral usando estas técnicas?
¡Un saludo!
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