Aprender una lengua extranjera es
una tarea compleja porque influyen distintos factores. A nivel personal, las
aptitudes y actitudes de los discentes hacia la lengua meta. En relación a la
didáctica de lenguas, es primordial el enfoque metodológico que escoja el
docente en su aula. A nivel social, influye en gran medida la situación social
de la lengua meta, ya que esto contribuirá al mayor o menor involucramiento del
alumnado en su aprendizaje a la vez que favorecerá o no su implementación en
las escuelas a nivel estatal. Por último, en un plano más legal y de
planificación educativa, destacamos el papel de los estados y sus
correspondientes Ministerios de Educación, ya que son ellos los que deciden qué
recursos otorgar en materia de educación. En esta última entrada, gracias a las
presentaciones de aula, repasaré los tres últimos niveles a través de tres
presentaciones diferentes hechas por mis compañeras.
Comenzaremos pues, con la
presentación de Lucía, que versaba sobre el método de gramática-traducción,
que nació en Prusia a finales del siglo XVIII. Esta metodología didáctica es
una de las más antiguas de la historia y tiene su base en la traducción de los
textos latinos y griegos. Con tal de ser tan antiguo, su uso sigue
extendiéndose hasta la fecha, principalmente para aquellos que pretendan
aprender latín y griego, ya que al ser lenguas muertas y carecer de oralidad,
esta es la forma en la que se enseñan. Sin embargo, para aprender lenguas vivas,
esta metodología presenta grandes carencias, la principal de ellas es el uso de
la lengua hablada, ya que queda totalmente excluida y para ciertas lenguas como
puede ser el inglés, resulta una gran desventaja porque grafía y pronunciación
no van de la mano. La metodología pretende que el alumnado aprenda la lengua a
través de grandes listas de vocabulario y la traducción de textos reales que,
teóricamente, les ayudará a adquirir la gramática. El método es puramente
magistrocentrista y las clases se imparten en la lengua materna, no en la
lengua meta. Podríamos pensar que la traducción de textos reales es útil en
tanto que acerca al discente a la cultura meta a través de la lengua, pero el
plano cultural de la lengua también se margina en pos de una gramática y un
vocabulario muy extenso, correcto y adecuado. Con todo esto, no quiero decir
que el
método sea del todo negativo, pues resulta útil para comprender y comparar
las estructuras de la lengua primera y meta. Acercar al alumnado a textos
reales resulta muy enriquecedor, por eso sería muy positivo actualizar el
método para no marginar el lenguaje oral.
En cuanto a la situación social
de la lengua, utilizaré la presentación
de Emma Alonso que especula sobre la futura situación del inglés en la
Unión Europea tras el Brexit. Como ya sabemos por anteriores sesiones, la UE
promociona el multilingüismo
de las lenguas europeas para fomentar el respeto y la conciencia intercultural.
Tanto es así, que dentro del parlamento
europeo se hablan unas 24 lenguas. Ahora que el Reino Unido va a salir de
la Unión, ¿Qué pasará con el inglés? Pues bien, yo creo que nada. Si bien es
cierto que para que una lengua se haga oficial dentro de la UE tiene que ser
oficial en alguno de sus países miembros, el inglés es oficial en Irlanda y en
Malta y la gran mayoría del personal del parlamento ya domina el inglés, con lo
cual, hay pocas posibilidades de que otra lengua se imponga a la ya conocida
como la lengua franca del mundo. Mientras revisaba los artículos de internet
sobre el tema me di cuenta de que, por mucho que se promueva el multilingüismo
como principio de la UE, dominar una lengua nueva resulta costoso y, por tanto,
creo que los eurodiputados ya se han acomodado al inglés.
En cuanto a la legislación
educativa, utilizaré la presentación
de Alba López, que trata la enseñanza de lenguas extranjeras el Sistema Educativo
de Irlanda. Para comenzar este comentario, me gustaría recalcar que, aunque en
los últimos años ha habido grandes esfuerzos por parte de las administraciones
por fomentar el aprendizaje de idiomas extranjeros, no ha habido gran éxito.
Esto puede ser debido a que estudiar una lengua extranjera no es obligatorio,
sino optativo. En Irlanda, solo
el 3% de los niños estudia una lengua extrajera en primaria, ya que apenas
se oferta o promueve el aprendizaje de lenguas en esta etapa. Sabemos que un 90%
de los estudiantes completan la educación secundaria hasta los 18 años, con
lo cual la tasa de abandono escolar es muy baja, pero eso no implica que hayan
estudiado lenguas extranjeras, porque tampoco se han acercado a ellas al
presentarlas como optativas. Si tenemos en cuenta que el irlandés como lengua
tiene pocos hablantes y en el país se están haciendo pocos esfuerzos por
recuperarla, yo creo que podemos entender la fuerza que tiene el inglés en el
mundo. Como los irlandeses e irlandesas ya hablan la lengua franca, es posible
que no vean atractivo esforzarse en aprender otra, aunque sea la propia de Irlanda.
Además, que la enseñanza-aprendizaje de lenguas extranjeras sea opcional solo
promueve esa forma de pensar. Creo que en este caso, sí que sería interesante
que los alumnos tuviesen que enfrentarse por lo menos a una primera lengua
extranjera durante su escolarización de forma obligatoria, para que
comprendiesen que una lengua no es solo un vehículo de comunicación.
Una vez repasados todos estos
niveles me gustaría terminar comentando que todos ellos tienen la misma
importancia. No podemos enseñar un idioma sin que un alumno quiera aprenderlo,
por muy buena metodología y planificación que haya detrás. Lograr un equilibrio
entre todos estos niveles puede resultar complejo, pero debemos seguir
avanzando para encontrarlo.