domingo, 17 de noviembre de 2019

La LOE, la LOMCE, la educación y las lenguas


Desde la creación y desarrollo de los Estados nacionales, la política ha tomado parte en la planificación y gestión de la educación. Esto es así porque las Administraciones recurren a las ciencias de la educación para mejorar los comportamientos, valores y saberes de los ciudadanos. Por eso, dependiendo del partido en el gobierno y su ideología, las leyes de educación han ido variando a lo largo de la historia reciente del país.

En la actualidad, se encuentran en activo la Ley Orgánica de Educación (LOE), propuesta en 2006 por el PSOE, que se vio modificada y completada por la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), desarrollada por el Partido Popular en el año 2013. En esta entrada voy a comparar la visión de la educación que nos muestra cada ley, además de centrarme en las menciones a la enseñanza-aprendizaje que se muestra de las lenguas extranjeras y relacionarlas con mi experiencia personal como alumna.

Ambas leyes están redactadas por partidos diferentes y, en principio, muestran el mismo objetivo, que es regularizar la educación dentro del Estado. El foco de atención de ambos documentos es el alumnado, pero la visión sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje y de la educación en sí varía de forma drástica dependiendo de la ideología del partido.

El preámbulo de la LOE presenta la educación como un proceso que ayuda a construir la personalidad, identidad e ideología de los individuos, así como también de favorecer el desarrollo de sus capacidades. Además, también le otorgan importancia al papel que la educación tiene en la sociedad, en tanto que establece una retroalimentación entre individuo y cultura. Dicho todo esto, concluimos que este documento busca forjar una “ciudadanía democrática, responsable, libre y crítica”, ya que ven la educación como un instrumento de mejora de la condición humana y de la vida colectiva que debe someterse a un ajuste continuo para adecuarse a las circunstancias, necesidades, demandas y expectativas del momento.

La LOMCE, complemento de su antecesora, expone que la educación es un instrumento para cultivar los talentos del estudiantado (refiriéndose de forma sutil al intelecto del individuo más que a sus aptitudes). El deber del sistema educativo es contar con los mecanismos necesarios para reconocer ese talento y potenciarlo, porque así los discentes se encauzarán hacia la trayectoria más adecuada a sus capacidades. Habiendo analizado todo esto, deducimos que este documento pretende que la educación cree individuos competitivos y especializados para que generen beneficio económico, pues esta es la mayor demanda en la sociedad globalizada en la que vivimos. Se buscan alumnos y alumnas con buenas salidas profesionales, pero con poco espíritu crítico.


Dentro de estos documentos y como futura profesora de inglés, me centré en las menciones a las lenguas extranjeras que se hacían en este documento. Como sociedad y lengua están muy unidas y la LOE presta atención a la relación entre cultura y educación, creí que destacaría la riqueza que supone la adición de una lengua extranjera al currículo, en tanto que esta nos proporciona una nueva forma de ver el mundo. Sin embargo, la enseñanza-aprendizaje de la primera (y obligatoria) y/o segunda (opcional) lengua extranjera se presentan como un aspecto de la educación que se debe mejorar para igualarnos a otros países de la UE. La LOE se preocupa más de en planificar el aprendizaje de las lenguas extranjeras, incluyendo la primera (el inglés, aunque no se especifique) en el segundo ciclo de la educación infantil, de 3 a 6 años, para favorecer su temprana adquisición.

La LOMCE le dedica un poco más de atención a las lenguas extranjeras, incluso menciona el plurilingüismo, porque la competencia lingüística resulta fundamental en la sociedad globalizada en la que vivimos. Es decir, que la lengua es una herramienta más que puede alimentar el currículo del alumnado. Aunque no es sorprendente que esta visión económica y competitiva de las lenguas esté presente en este texto, sí lo es que pretenda añadir una tercera lengua extranjera, especialmente teniendo en cuenta el bajo nivel en la primera y segunda que los estudiantes vienen mostrando. Es más, el alumnado a veces ni siquiera presenta fluidez en las lenguas cooficiales, lo cual no hace más que demostrarnos el fracaso de la metodología de enseñanza de lenguas en España.

En este contexto, remarcaré que apenas se hace mención en ambos textos a las Escuelas Oficiales de Idiomas. A pesar de que forman parte del sistema educativo público del país, se les presta poca atención, quizá porque forman parte de una enseñanza específica y cuentan con currículo propio y profesores con formación específica. Sin embargo, la Formación Profesional que tanto preocupa a la LOMCE, también cuenta con un currículo específico y se le presta más atención que a las Escuelas Oficiales de Idiomas. Esto es así, quizá, porque prima más el enfoque específico y profesionalizante de la FP que el plurilingüismo que ayudarían a promover las Escuelas Oficiales de Idiomas.


Es interesante reflexionar sobre la metodología descrita en la LOE para la enseñanza de lenguas extranjeras. Destaco aquí que se propone utilizar el castellano/gallego solo como apoyo y que la enseñanza se centrar en la comprensión y expresión oral. Como alumna de la escuela pública, creo que esta metodología no se llevó a cabo tanto en mi centro educativo como en otros. La formación de nuestros docentes fue tan gramatical como las clases que ahora imparten y los alumnos apenas practican expresión oral. Solo el tiempo y el cambio en la formación de los docentes podrían solventar esta situación. 

A través del contraste entre estas leyes hemos podido comprobar que los documentos legales están impregnados con la ideología del partido que los redacta, porque educación y política caminan de la mano.

2 comentarios:

Ekateco dijo...

Me ha gustado mucho tu entrada y estoy de acuerdo contigo en que las escuelas de idiomas son las grandes olvidadas en los planes de educación. Algo incomprensible, ya que la certificación de niveles de idiomas es importante para la obtención de muchos trabajos, actividades, becas o a la hora de sumar puntos en las oposiciones.
Por otro lado también estoy de acuerdo en que la enseñanza de las lenguas extranjeras no es correcta y no se favorece la expresión o la competencia oral de los alumnos. Si en clase de lengua española hablan castellano y en clase de gallego se fala galego, en clase de inglés el idioma de uso debería ser el inglés.

JesúsLCR dijo...

Hola Noe,

Fantástica entrada sobre el estado de la ley educativa actual. En verdad, lo que dices sobre el marco teórico de las diferentes leyes educativas es cierto, y más cierto aún el hecho de que aunque la teoría sea muy bonita (ese atisbo de trilingüismo en la LOMCE), luego su ejecución en la práctica es altamente deficitaria, como se viene comprobando año tras año en los informes PISA.
Muy acertada tu percepción sobre las Escuelas Oficiales de Idiomas y su aparente falta de atención. Tal vez se deba replantear la función de esta institución e integrarla todavía más en el resto del sistema educativo, aunque el cómo sería una labor de nuestros amados políticos.
Un saludo!